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Una guerra de egos y orgullos

Gobierno Nacional

Espectáculo dantesco, si los hay, es lo que se ve en las internas de nuestro Gobierno Nacional, un inicio de semana con cambios en la composición del Gabinete, luego de que el presidente Alberto Fernández (bajo mucha presión) designara seis nuevos ministros y encabezara en La Rioja una reunión con gobernadores para definir las líneas de gestión en una nueva etapa de pospandemia, obviamente con el objetivo de revertir los votos negativos para los comicios parlamentarios de noviembre próximo.

Hoy en Casa de Gobierno se realizará el acto de jura de los ministros designados:

  • Aníbal Fernández, al frente del Ministerio de Seguridad
  • Julián Domínguez, en Agricultura, Ganadería y Pesca
  • Jaime Perczyk, en Educación
  • Daniel Filmus, en Ciencia y Tecnología.
  • El gobernador de Tucumán Juan Manzur será el nuevo jefe de Gabinete
  • Santiago Cafiero, frente del Ministerio de Relaciones Exteriores.
  • Juan Ross, en la secretaría de Comunicación y Prensa.

En un país con 50 por ciento de pobreza, sin productividad, con empresas en quiebra, y un humor caldeado del pueblo, éste drama y comedia que se vive en la política nacional, no es más que una guerra de egos y orgullos, en el que quedó a la deriva la verdadera prioridad: EL PUEBLO ARGENTINO. Me recuerda a las típicas justificaciones de adolescentes, en donde lo importante es que el otro tenga la culpa.

Ahora de golpe se van a poner las pilas con «estrategias de descentralización de políticas públicas» y un «shock redistributivo», recién se dan cuenta que si uno tiene generación de empleo genuino, el estado de bienestar aumenta, recién escuchan las demandas de la ciudadanía; y como lo dije en artículos interiores comenzarán a comprar votos con nuevos planes, como el lanzamiento de un nuevo Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), y aumentos que terminaran de vaciar las arcas.

Obviamente todo pensado en las elecciones de Noviembre y no en políticas de solución para bajar la inflación, y de recuperar la producción laboral.

Ya no son ningunos adolescentes y la grieta no debería ser tan evidente, los trapitos se los sacan a puertas cerradas, deberían dejarse de medir quién tiene más poder y ponerse a Gobernar como corresponde, porque es lo único que da votos!!!

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