SER MAMÁ EN ESTOS TIEMPOS
Caso Wilde
La maternidad me ha dado muchos regalos. Además de mis hijos, que son sin duda, los regalos más grandes; ser madre me ha dado sabiduría, paciencia y experiencia, y me ha dado la oportunidad de volver a ver el mundo a través de los ojos nuevos del mayor, y de los ojos inocentes de la menor.
Pero también, la maternidad me ha regalado amor, aunque no ese amor al que estamos acostumbrados, sino a uno más grande y más poderoso, un amor que muchas veces me inunda de miedos… por ejemplo con el caso de M.G. vs. Franco Wilde.
Con mi nena más pequeña siempre trato de enseñarle que su cuerpo es sagrado, que no cualquier persona puede tocarlo, y que no todas las personas que conoce son amigos, que para ser amigos es necesario conocerlos bien; y que siempre, pero siempre, puede confiar en mamá y contarle cualquier cosa que le suceda.
Con el mayor las charlas son distintas, el respeto por las mujeres siempre debe ser prioridad, y que cada vez que alguna mujer lo lastime o lo haga sentir mal por algo, antes de reaccionar tiene que pensar en su hermanita, en su abuela, en sus primas y en mí, no hacer a los otros lo que no te gustaría que te hicieran. Y que cada acción que él tenga siempre va a caer sobre mis espaldas.
Lo que están viviendo éstas familias es, en carne y hueso, mi peor pesadilla…
Una hija mujer que dijo que intentaron violarla.
Un hijo varón acusado de abuso sexual que lo niega rotundamente.
Y en el medio se comienza a filtrar lo bueno y lo malo de una sociedad abatida de injusticias.
Es muy dificil escribir al respecto, porque las dos caras de ésta triste historia duelen… y mucho.
Por un lado es evidente el proceso judicial irregular, con investigaciones con pruebas omitidas, perdidas y olvidadas. Una denuncia que después no coincide con las declaraciones que se realizan en las posteriores instancias. Es inexplicable que un examen toxicológico, tan común y prioritario para determinar si había alcohol o alguna sustancia en sangre, sólo se le realizara a la joven. En un caso de abuso, lo primero que se retiene son las prendas para ser incorporadas como prueba y evidencia de la causa, sin embargo, el elemento probatorio más importante, desapareció. Un familiar directo de quien acusa asegura que es todo una mentira, que el padre de la jóven es quien la presiona para continuar con todo ésto. Testigos que dicen haber visto a ambos ingresar por una ventana al baño de mujeres (lugar del hecho), salir y caminar juntos minutos después. Y lo más raro es que el lugar del hecho no fue fotografiado por la fiscalía en el momento del reconocimiento del lugar.
¿Cómo es posible mantenerse en pie con todo ésto?
Es muy doloroso tener que pensar en la posibilidad de que a un hijo le toque vivir una situación así, y que si no pertenecés a una familia de clase alta, con contactos en la política y con dinero, no vas a tener oportunidad alguna…
La marcha de ayer me recordó a la reconocida marcha del silencio de los días viernes en la Ciudad de Salta, las marchas de las causas perdidas, las causas olvidadas (dicen muchos), yo por el contrario, ví fuerzas, ví familia, ví amistad, ví miedo, y sobre todo ví dolor…
Mi piel se erizó cuando escuché la voz de una joven (hermana de Franco) gritar: JUSTICIA POR FRANCO!!! Fue imposible contener las lágrimas al ver a la mamá sosteniendo ese cartel y agradeciendo a todos los que se habían tomado el tiempo para estar ahí y repetir continuamente que su hijo es inocente. Mis ojos se perdieron con la mirada silenciosa del papá que sostenía la vela.
ADMIRO LA FORTALEZA DE ESA MAMÁ.
Y en mi cabeza vuelve a resonar la frase: QUÉ DIFICIL ES SER MAMÁ EN ESTOS TIEMPOS…
La verdad da asco la justicia en Salta !!!
No tienen ninguna prueba contra ese chico!!!
Esperó que rindand cuenta los que dieron ese fallo!!
Muchas gracias Sebastián por dejar tu comentario. Gracias por leernos!