OPINIÓN

Opinión | La miseria de Los Miserables

La pregunta siempre estará vigente. ¿Quienes son los miserables? Quienes sufren la dura pobreza y padecen las consecuencias, o aquellos que explotan, usufructuan y aprovechan los casos de extrema necesidad para provocar esa miseria?
La calificación de «miserables» debería reservarse para aquellos responsables del sufrimiento de seres humanos.
A poco de tomar conciencia, el nuevo gobierno y la opinión pública de las muertes atribuidas a las enfermedades y casos de desnutrición de los chicos wichy fallecidos en en norte de la provincia de Salta, la responsabilidad de los anteriores gobiernos va quedando al descubierto.
Y eso, a pesar que la intención del recientemente electo gobernador Saenz, quien asumió el desafío de llevar urgentes y efectivas soluciones a el sector damnificado, es «no mirar hacia atrás, porque se pierde el tiempo», está claro que lo que sucede en el norte argentino, es la consecuencia de años de abandono, desidia y desinterés en las comunidades afectadas, por el hambre, la desnutrición, la salud y el bienestar de esas poblaciones.
El gobierno nacional y provincial ya se han dado cuenta y a poco deberán mirar hacia atrás, porque muchas cosas y acciones de las anteriores gestiones, ameritan una investigación.
Por ejemplo, hoy nos preguntamos en que se invirtieron los millones de dólares utilizados en mejorar las condiciones de vida de la gente hoy afectada en la provincia, obtenidos en base a un empréstito internacional y denominado como un Plan de «Reparación Histórica» en manos del hermano del entonces gobernador Juan Manuel Urtubey, Rodolfo Urtubey, curiosamente hoy senador de la Nación.
O quizas del dinero destinado a la Fundación Conin, presidida por el Sr. Albino, receptora de mas de 100.000.000 de pesos y mas de inmuebles, para trabajar contra la desnutrición de esos niños y la salud y alimentación de las comunidades del norte.
Esta fundación Conin fue la predilecta para recibir fondos provinciales, mientras muchas otras trabajaron ad honorem, sin recursos oficiales en base a colectas, esfuerzos y sacrificio y jamás fueron consideradas por el Estado.
El presente nos muestra a un gobierno provincial comprometido en llevar soluciones a los originarios y paisanos del norte provincial. Excelente la gestión de Gustavo Saenz comprometiendo a las autoridades nacionales e internacionales para lograr disminuir la mortalidad infantil y mejorar las condiciones de vida de esas familias.
Pero no debemos olvidar ni perdonar a quienes solo utilizaron el poder, el dinero y los planes, en beneficio propio. Porque el Pueblo se da cuenta , que la miseria no siempre califica o se relaciona con los pobres.
Los miserables siempre serán aquellos que la provocan…

-Néstor Molinati-

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