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NARCOCRIMINALES

La frontera colador

En Salta durante el año 2020 se detuvieron a 247 sospechosos y clausurados 115 búnkeres de ventas de drogas. Los investigadores de las fuerzas federales que sondean los alrededores de la ciudad de Tartagal en busca de lugares de acopio de contrabando de drogas aseguraron que perciben un aumento en la cantidad de bocas de expendio de drogas en el norte de Salta, lamentablemente, son conocidos los lugares donde se compra y se vende droga a adolescentes, y más lamentable aún es que aún recibiendo denuncias a través del 911 no se haga nada, pero eso es lo pequeño, la miga del pan… el NARCOMENUDEO

Hoy por hoy se lleva adelante un juicio con nombres importantes de una organización criminal que tenía como objetivo el tráfico de cocaína de Salta a Europa: Delfín Castedo como “jefe” de una asociación ilícita, de carácter estable, con soporte estructural, división de roles y con capacidad para articular acciones destinadas a sostener el desarrollo de la actividad delictiva en el tiempo. Y a ésto hay que sumarle la perpetración de los delitos de amenazas, homicidio, tenencia de armas, cohecho, infracción a la ley de fronteras y falsificación y uso de documentos apócrifos.

Delfín Castedo, sindicado como jefe de una de las mayores organizaciones narcocriminales del norte de Salta, su hermano Raúl, su ex pareja, Melba del Carmen Araujo; los integranes de una familia de comerciantes de Salvador Mazza, Alberto Yudi, su hijo Mario Alberto y Luis Yudi, hermano del primero, integraron la asociación ilícita en calidad de miembros, siendo los principales directores Delfín Castedo, y el ex diputado provincial Ernesto Aparicio, fallecido el 10 de noviembre de 2013, y Torino, martillero público son  juzgados por el Tribunal Oral Federal N°1, por conformar una asociación ilícita y realizar maniobras de lavado de activos de origen delictivo.

Los Yudi, quienes se identificaron como una familia de comerciantes de Salvador Mazza, llegan a juicio acusados de participar de las diversas actividades dirigidas por los Castedo, quienes de acuerdo a la acusación se ocupaban principalmente de las actividades de narcotráfico. Para ello se encontraban en total armonía con los Yudi, en quienes se apoyaban económica y financieramente, con dinero proveniente de actividades ilícitas, indicó el MPF.

Con respecto a Araujo y Torino, la fiscalía sostuvo que ambos acusados fueron miembros funcionales de la organización y que tuvieron un rol particular en el lavado de activos de origen ilícito, razón por la cual se les imputó ese delito en concurso real.

Del requerimiento de juicio surge que Torino, bajo las directivas del líder de la organización, realizó diversas gestiones y actos de administración en la finca El Aybal, tendientes a alambrar el campo y dotarlo de agua desde una finca vecina, propiedad de Aparicio. El martillero realizaba demandas judiciales o denuncias, así como gestiones para contratar personal para hacer trabajos en el campo y otras vinculadas a las actividades agrícola-ganaderas. Las de carácter ilegal versaban sobre pagos o sobornos a un funcionario policial. Y en todos los casos, se indicó, el imputado lo hacía con conocimiento de las actividades ligadas al narcotráfico del resto de los acusados.

Torino, uno de los primeros en declarar, negó el tenor de ciertas escuchas telefónicas y cualquier relación con hechos vinculados al narcotráfico y otras actividades adjudicadas al clan Castedo, entre ellas amenazas, operaciones de transporte de estupefacientes y el homicidio de Liliana Ledesma, ocurrido el 21 de septiembre de 2006. Todo el tiempo se mostró como víctima de un “mal negocio” respecto a la operación inmobiliaria realizada en torno a la finca.

 

Las escuchas telefónicas de éste caso, dejaron a la deriva varios nombres políticos, importantes abogados del foro local, un fiscal, a un comisario y hasta al entonces juez de la Corte de Justicia salteña, actualmente convertido en ministro de Seguridad, pero no como denunciantes, sino que habrían tenido alguna participación o llegada a los fines delictivos del clan narcotraficante.

Al ex Juez de la Corte de Justicia salteña se lo incluye en escuchas telefónicas mantenidas entre el martillero Torino y Delfín Castedo, en donde se trataban cuestiones vinculadas a una finca ubicada en la localidad de Profesor Salvador Mazza. La finca en cuestión, está ubicada al lado de una propiedad del ex diputado fallecido Ernesto Aparicio, socio principal de los hermanos Castedo, y uno de los señalados por el crimen de la productora local Liliana Ledesma quien denunció las actividades narcotraficantes en la zona de frontera con Bolivia. Por lo que se entiende, Castedo le encargó a Torino que negocie la compra de finca El Aybal, lo que ocurrió mediante maniobras irregulares por parte del martillero, siendo él mismo el comprador a través de una empresa fantasma que figuró, incluso, en el escándalo de los Panama Pappers. El martillero tenía la obligación de desalojar a la familia Rojas, quienes habitaban en la finca adquirida, y para ello solicito informes adulterados del comisario y la actuación del otro. Al complicarse el desalojo, Torino mencionó al efectivo policial, para que este le mencione al fiscal: «que no se haga el pelotudo porque yo le voy a meter una demanda acá, así decile: mirá, Torino es muy amigo de Cornejo y de los amigos de la Corte y no te va a favorecer en nada tu situación”. (https://www.novasalta.com/nota.asp?t=El-ministro-Abel-Cornejo-llego-con-una-causa-bajo-el-brazo&id=95345&id_tiponota=2)

Cabe destacar que la escucha telefónica tiene  fecha del 5 de julio de 2016. El 10 de junio de 2016, días previos a esta conversación, Abel Cornejo había solicitado un jury contra el juez Fernando Astigueta y el fiscal Jorge Cazón por mal desempeño, retardo de justicia e incumplimiento de sus deberes en el marco de la causa Juana, la niña wichi que sufrió múltiples abusos sexuales.

 

 

El actual Ministro de Seguridad, Abel Cornejo aceptó conocer al martillero Torino, pero negó rotundamente mantener algún tipo de amistad. (https://www.fmnoticias881.com/noticias/id-22326_Narcotr-fico-Cornejo-reconoci-conocer-al-martillero-Torino-pero-neg-tener-una-amistad-con-l)

 

 

Otro nombre que figura en las escuchas telefónicas es el del abogado Raymundo “Negro” Sosa. Él mismo confirmó que mantuvo una reunión con Castedo cuando estaba prófugo. La conversación entre Torino y  Sosa (cabeza blanca), quien le manifiesta al martillero que ya se encontraba en Salta y le solicita juntarse a las siete, explicándole que necesitaba hablar con Delfín Castedo por un tema “que nos supera a los dos, hermano”. Sosa le pregunta a Torino si había alguna manera de que “le mande un mensaje diciéndole que yo necesito que me llamen” a lo que Torino responde “si, si yo esto por vía de Ricardo, el chango que está allá en la finca”.

¿Y ahora de qué nos disfrazamos Sr. Gobernador?

¿La Ficha Limpia no debería ser para éstos casos también? A veces retroceder no es perder…

 

 

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