Los tiempos de la Justicia
Caso Wilde
Los tiempos judiciales definitivamente nada tienen que ver con los tiempos del ser humano, tanto de la persona que denuncia, como el denunciado y de las personas que los rodean, otra de las situaciones injustas dentro de la justicia.
Pero lo más preocupante de esta situación, es que este conflicto pareciera no estar en la agenda del gobierno o de los opositores, nadie trata el tema de la demora judicial como una problemática concreta a resolver. Y mientras tanto un inocente sigue encerrado.
El hecho de contar con tiempos judiciales tan laxos hace creer que las pruebas pierden valor, que lo verdaderamente importante de un juicio pierde peso y que la sanción correspondiente jamás llegará y la consecuencia es que las malas personas se aprovechan de éstos eternos tiempos judiciales y dejan de cumplir con las normas básicas de convivencia, total… no pasa nada… con la determinación de plazos se podrían evitar dilaciones o chicanas.
A nadie pareciera importarle el tiempo perdido (casi tres años), que significa en un joven de 21 años: Franco Wilde. Tiempo que será imborrable en su memoria, en su alma y en su mente.
Dejar en indefensión a éste joven (como a tantas otras personas inocentes), me da la sensación de una lucha continua contra una corporación lúgubre y dudosa: LA JUSTICIA SALTEÑA.
Una deuda importante la “democratización de la Justicia”.
Pero quizás si se tratara de una familia de renombre, que se codea con la política, ésto ya se hubiese resuelto hace rato, quizás ni llegaba a términos judiciales.
Pareciera a propósito el uso de prolongar la incertidumbre, que bajo ningún aspecto ayuda a la transparencia judicial.
¿Hasta cuándo va a prevalecer el amiguismo?
Sres. Jueces, sepan que lo que resuelvan en el caso de Franco Wilde va a ser crucial para perfilar el futuro de un sistema judicial que se encuentra sucio, manchado por las incoherencias vividas en el Juicio, las mentiras dichas sin prejuicio alguno, los tachones y acomodos en las fojas del expediente, la desaparición de una de las pruebas más importantes (el pantalón), y el voto popular del feminismo mal usado.
Ese es el escenario que les quedó por permitir la mala praxis de un abogado que enseña a mentir a su cliente.
Creo que es necesario que ésto cambie. Una justicia lenta hace que la sociedad caiga en un caos en el que cada uno hace lo que quiere, ya que no ve un riesgo inmediato a ser sancionado. Sres. Jueces, son ustedes quienes tienen la posibilidad de demostrar que aún se puede creer en la justicia.