La fiscalía de Nueva York acusa al expresidente Hernández de proteger a los narcos
Tras la constitución del jurado que sellará la suerte del exmandatario, la fiscalía y la defensa presentaron sus versiones antes de tomar declaración al primer testigo, un excontable de una planta arrocera que ya había testificado en los juicios al hermano del expresidente, Tony Hernández, y el socio de este Geovanny Fuentes, ambos condenados a cadena perpetua.
El fiscal David Robles se dirigió al jurado, constituido mayoritariamente por personas con estudios superiores, y le advirtió que se trata de un caso sobre «poder, corrupción y tráfico masivo de cocaína».
«Este poderoso político mantenía en público un discurso en el que decía que combatía el tráfico de droga y por la puerta de atrás se asociaba con los narcotraficantes» para proteger el envío de droga a Estados Unidos, recalcó, «abusando» del apoyo del Ejército, la policía y la Justicia, a cambio de «millones de dólares en sobornos».
El cartel mexicano de Sinaloa, de Joaquín «El Chapo» Guzmán, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, contribuyó con «millones de dólares» a su cuestionada segunda campaña para la reelección en 2017, según la fiscalía neoyorquina.
El fiscal recordó que Honduras es un lugar de paso fundamental para la droga que se produce en Sudamérica, sobre todo en Colombia, antes de transitar por México con destino final a territorio estadounidense, consignó la agencia de noticias AFP.
La fiscalía acusa al abogado y político de 55 años, que se convirtió en el primer presidente reelecto desde el regreso de la democracia en 1981 por el Partido Nacional de Honduras (gobernó en 2014-22), de haber protegido a una red que envió más de 500 toneladas de cocaína a Estados Unidos entre 2004 y 2022, lo cual empezó cuando presidía el Congreso.
Se le adjudican tres cargos: conspirar para traficar drogas y armas y posesión de armas.
De ser hallado culpable de todas las acusaciones, podría ser condenado a cadena perpetua más 30 años, como Tony Hernández y Fuentes.
«Conseguir que esta cocaína entre y salga de Honduras es un negocio muy lucrativo», expuso el fiscal.
Pero la defensa le pidió al jurado que no crea todo lo que sostiene la fiscalía y mucho menos lo que puedan declarar los principales testigos, muchos condenados que van a recibir rebajas en sus penas por su colaboración y que actúan por «venganza».
Y que se atengan a un hecho: cuando Hernández asumió la presidencia, Honduras era «la capital» mundial de los homicidios y el 87% de las drogas que llegaban a Estados Unidos pasaba por ese país centroamericano.
Eso disminuyó en un 50% y un 80%, respectivamente, durante su gobierno, que promovió «docenas de leyes» para luchar contra esta lacra, como la legislación contra el lavado de dinero o permitir la extradición -que ha facilitado el envío de 38 personas a Estados Unidos desde 2014 acusadas de narcotráfico-, según sus abogados.
También, continuaron, la creación de una fuerza especial en la policía para luchar contra el tráfico de estupefacientes, política que le valió incluso los elogios de Washington durante el gobierno de Donald Trump (2017-21).
«No verán ningún video de recepción de dinero, ni correos electrónicos ni mensajes ni ninguna señal de riqueza personal» que confirme las acusaciones de la fiscalía, refirió su defensa.