Habla sobre el trabajo que siguen realizando en el refugio, ya que los animales que son más de cuatrocientos, no pueden dejar de recibir atención veterinaria, alimentos y limpieza de los lugares que habitan.
También se refiere a la situación crítica que están atravesando económicamente, por el hecho de la paralización del turismo y la falta de visitantes al lugar, que con el abono de sus ingresos son los que sostiene el funcionamiento del mismo, ya que los gastos de mantenimiento en insumos veterinarios, alimentos y sueldos del personal son muy elevados.