El mensaje de la monja que rompió el protocolo en el funeral del papa Francisco: «Paz y apertura para los pobres»
Las imágenes de Sor Geneviève Jeanningros llorando y rezando frente al féretro del papa Francisco en la Basílica de San Pedro conmocionaron al mundo. A diferencia de los cardenales y obispos que se despedían a la distancia, la religiosa, con su cofia azul y mochila verde, permaneció casi inmóvil, mirando con tristeza los restos de su gran amigo.
El protocolo del Vaticano prohíbe detenerse por varios minutos ante el cuerpo del Papa, ubicado a los pies del altar mayor de la basílica. Sin embargo, durante siete minutos, Jeanningros rezó y lloró en soledad, sin que nadie interrumpiera ese momento íntimo. La Guardia Suiza la permitió permanecer allí, como si supieran que era lo que el Papa hubiera querido.
Más tranquila después de despedirse, mientras miles de fieles le daban su último adiós, Geneviève Jeanningros, de 81 años, conversó con los medios en la Plaza de San Pedro. Se la vio sonriente, consciente de que su imagen había dado la vuelta al mundo. Recordó que su amistad con Francisco fue “de toda una vida” y mencionó que tuvo la oportunidad de visitar Argentina tres veces. Al expresar un deseo para el país, no dudó en responder: “paz y apertura para los pobres”.
