Contame el cuento de «la buena pipa». Declaró Fayón como imputado y tiró la pelota lejos.

Emilio Fayón, ex Presidente de la Panadería Social, pariente no reconocido, declaró por escrito ante la Fiscalía interviniente, según concejo profesional, desligándo toda responsabilidad sobre su persona en lo que concierne al robo de mercadería que terminó en un enorme allanamiento y secuestro de bienes municipales destinados a ciudadanos que requieren ayuda por distintos motivos.
El ex funcionario de la gestión municipal capitalina, investigado e imputado por «peculado» en virtud de lo encontrado en una finca privada, todo de patrimonio municipal, en el escrito deslindó toda responsabilidad sobre la manipulación y destino de lo evaporado de los galpones municipales. En el mismo relata que quién autorizaba en todo momento movimientos de entrada y salida en general era el ex Secretario de Ambiente Municipal Aroldo Tonini.
No hay una sola entrega que no estuviera firmada y sellada por Tonini
Desde mi cargo nunca tuve la «potestad» para decidir entrega de ningun artículo inventariado en los galpones municipales, solo a partir de la autorización de Aroldo Tonini, procedía a registrar y entregar lo solicitado.
Con respecto al otro imputado, Andrés Nux, declaró que éste mantenía un «contrato» con la municipalidad de Salta donde se fijaba que el imputado como «patícipe necesario» debería entregar mercadería a los destinos que en su momento le indicaban.
Porqué encontraron mercadería en el allanamiento? … según Fayón el ex Secretario firmó la orden de vaciar los galpones y distribuir todo en el Barrio Solidaridad, cosa que al no concretarse en su totalidad, los imputados tomaron la decisión de guardar todo en la finca allanada.
Respecto de como llegó lo secuestrado al lugar, el imputado declaró que desde los galpones de la municipalidad no le permitieron «devolver» el remanente por estar de inventario.
Esta película ya la hemos visto algunas veces, esperemos que la justicia logre desentrañar esta enorme madeja y las cosas queden en el lugar que deba ser y lo incautado no duerma el sueño de los dioses.
Nuevamente el que menos tiene y puede queda a merced de personas sin escrúpulos que lucran con la necesidad de modo cotidiano.
Redacción.