Aseguran que el Ejército mexicano estuvo al tanto de la desaparición de 43 estudiantes en 2014
El Ejército mexicano tuvo conocimiento del secuestro y desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa en 2014, reveló hoy en un documento una comisión gubernamental que investiga un caso que generó fuerte impacto nacional y amplia repercusión internacional.
«El Ejército tuvo conocimiento de lo que estaba sucediendo y acredita que los objetivos que estaban siendo investigados con anterioridad a los hechos contaban con información en tiempo real sobre los posibles destinos de los estudiantes desaparecidos», señala el documento emitido por la Comisión para la Verdad (Covaj), que indaga el hecho.
Según el reporte, la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), a la que pertenece el Ejército, hacía seguimiento a miembros del grupo armado que cometió el crimen con la complicidad de agentes del Estado.
«La Sedena tenía identificados y hacía seguimiento con anterioridad a los hechos, a diferentes objetivos prioritarios que eran parte de los grupos delictivos y cuya información es de interés para continuar con la investigación», se lee en el documento reportado por la agencia de noticias AFP.
Un informe previo de la Covaj presentado el pasado 27 de septiembre señalaba que la participación por acción u omisión de autoridades federales, estatales y municipales en el caso constituyó un «crimen de Estado».
Los estudiantes de la escuela rural de Ayotzinapa desaparecieron entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 en la ciudad de Iguala, en el estado sureño de Guerrero, uno de los más violentos del país debido a enfrentamientos entre cárteles del narcotráfico.
Los jóvenes habían llegado para tomar colectivos y trasladarse a Ciudad de México, adonde participarían de una manifestación, cuando fueron perseguidos y atacados por sicarios del cartel Guerreros Unidos.
Este grupo delictivo es acusado de haber perpetrado el crimen en complicidad con policías y ante la pasividad de autoridades y oficiales de las Fuerzas Armadas.
Los familiares de las víctimas habían indicado que el Gobierno del actual presidente Andrés López Obrador entregó información incompleta sobre el caso, en particular sobre la participación del Ejército.
Hasta el momento hay 132 detenidos por el crimen, entre ellos 14 miembros del Ejército y el exprocurador general Jesús Murillo, quien inicialmente estuvo a cargo de las investigaciones.
Una de las causales que manejaron las autoridades refiere que fueron confundidos como miembros de un cartel rival o que fueron víctimas de un «escarmiento» por parte del alcalde de Iguala y de Guerreros Unidos.
También se ha planteado que la presencia de drogas, armas o dinero en los colectivos que tomaron pudo provocar su persecución y muerte.
El Gobierno dijo que esas hipótesis «no son necesariamente excluyentes».
Hasta la fecha han sido hallados e identificados los restos de solo tres de los estudiantes.