Actos indebidos, impropios e indignos
Cuando los que deben ser ejemplo ensucian la cancha
¿Qué pasa cuando los que deben ser ejemplo de conducta y moral hacen lo contrario?
Por ejemplo el juez de Familia y Violencia Familiar en Misiones, Pedro Fragueiro, quien finalmente fue destituido por actos “indebidos, impropios e indignos”, luego de recibir –desde 2017— seis denuncias por acoso y abuso sexual contra jóvenes mujeres. Los hechos ocurrieron en los lugares donde ejercía sus funciones, en las ciudades de Puerto Iguazú y Oberá, cuando era directivo de un club de rugby, e incluso en su propia casa.
La primera denuncia contra Fragueiro fue presentada en 2017 por una joven ante la Fiscalía 3 de Puerto Iguazú. La denunciante intentaba ser árbitro de rugby y el ex magistrado la acosó cuando él se desempeñaba como responsable del área en la Unión de Rugby de Misiones. La segunda denuncia fue de una joven de 23 años, estudiante de la carrera de Derecho, que había entrado a trabajar en el Juzgado de Familia y Violencia Familiar N° 2 de Puerto Iguazú, que fue el último destino ejercido por Fragueiro. La tercera denuncia fue de una mujer que realizaba un trámite en el juzgado de Fragueiro. La mujer fue acosada durante una de las entrevistas. El cuarto caso es el de una empleada del Juzgado Civil y Comercial N° 2 de Oberá, donde también estuvo Fragueiro. Esta acusación fue por “acoso y abuso”. La quinta denuncia fue de una mujer de 35 años. El último de los casos analizados en el jury, quedó registrado en la Fiscalía de Instrucción 3 de Posadas. La víctima relató que los abusos los padeció cuando tenía 20 años y trabajaba como niñera de las hijastras del juez destituido. Los hechos ocurrieron en la casa en la que el imputado vivía con su pareja.
Lo importante es que desde la primer denuncia, año 2017, hasta el 5 de mayo del corriente año, el Superior Tribunal de Justicia de Misiones había suspendido sólo por 15 días a Fregueiro, y por la repercusión pública de las denuncias. Cuando vieron que no podían tapar el sol con el dedo, recién el magistrado se vio obligado a presentar su “renuncia indeclinable” al cargo, ante el gobernador.
Si nos acercamos un poquito más a nuestra Ciudad, en Gral. Mosconi, una Jueza explica sus fundamentos por la sentencia a un «supuesto» abusador de menores, porque los testigos de la defensa no recordaban exactamente si habían comido torta o cantado el feliz cumpleaños en un evento de hacía dos años aproximadamente, la misma Jueza demostró sus poderes sobrenaturales de viajar en el tiempo y leer las mentes al «decidir» la fecha exacta del momento del supuesto abuso. ¿Porqué digo «DECIDIR«? Porque la denunciante dijo que el echo ocurrió en el 2016, después dijo que cuando tenía entre 15 y 16 años, después dijo que fue el 20 de Enero, pero como el denunciado tenía testigos ése día, la Jueza decidió que el abuso ocurrió al otro día (21 de Enero de 2018). Y ni hablar de las Licencias y Certificados presentados por quienes debían estar presentes en el Juicio, o por la psicóloga que no se presentó a declarar…
Sabemos que en este tipo de delitos (abuso sexual), se debe utilizar un criterio de amplitud probatoria, ya que es casi imposible conseguir testigos directos del hecho, debiendo basarse el magistrado en las declaraciones de la víctima, de las personas que tomaron conocimiento de lo acontecido a través de sus dichos y en las conclusiones a las que arriban los expertos en las respectivas pericias. Y cuándo todo ésto te demuestra la posibilidad de una falsa denuncia ¿Porqué se decide lo contrario? ¿Miedo al feminismo? ¿Miedo a qué?
Ni hablemos del caso de Pablo Rangeón, una jueza de Garantías decidió que debería esperar el Juicio en la comodidad de su hogar.
¿Cuántas mujeres asesinadas por personas que YA HABÍAN DENUNCIADO, y aún así no las escucharon?
¿Y el caso de Franco Wilde?
Apenas inicia el expediente se encuentran marcadas diferencias entre denunciante y denunciado: UNA SOLA ACTA para toda la vestimenta de la denunciante, UN ACTA POR CADA PRENDA del acusado, por supuesto para facilitar que si alguna prenda desaparece se puedan tachar los números de foja y reacomodar todo, como sucedió con la desparición del pantalón de Franco y los tachones en las fojas para renombrarlas.
Ésto es apenas una de las tantas incontinencias del manejo Judicial en el caso.
Y terminamos como había comenzado ésta nota: ¿Qué se hace cuando los que deben ser ejemplo de conducta y moral hacen lo contrario?